Adiós heridas en las comisuras: cómo prevenirlas y tratarlas
Seguro que has sufrido alguna vez el malestar de las pequeñas heridas en las comisuras de los labios, así que sabes bien lo molestas que pueden llegar a ser a la hora de hablar y, especialmente, al ingerir alimentos. Nos referimos a las populares boqueras, cuya denominación científica es queilitis angular o estomatitis comisural, una inflamación de la piel labial que provoca escozor, irritación y descamación de la capa más sensible de los labios.
Se trata de una afección muy frecuente en niños, sobre todo durante la dentición e incluso cuando tienen el hábito de utilizar el chupete, o en personas que utilizan una prótesis dental. Aun así, son muchas las personas que a menudo sufren este tipo de heridas en las comisuras, principalmente debido a la falta de hidratación labial. ¿Eres una de ellas? Desde Blistex, expertos en el cuidado y la protección labial, te contamos por qué aparecen y cómo deben ser tratadas. ¡Veámoslo!
¿Cómo saber si tienes queilitis angular?
Uno de los primeros síntomas de las boqueras es el leve enrojecimiento de la zona. Una mala hidratación puede causar descamación a ambos lados de los labios, favoreciendo su aparición. Incluso una herida superficial causada por un golpe o un mal gesto puede derivar en queilitis labial si no se trata como es debido.
En la mayoría de los casos, las lesiones de las boqueras surgen en forma de fisura o grieta, que puede mostrar una membrana blanca hasta crear una costra. A continuación, profundizamos sobre sus fases evolutivas, para que puedas detectarlas cuanto antes mejor.
Fase 1:
En la fase inicial de las boqueras los principales síntomas son el enrojecimiento de la zona afectada e incluso una leve descamación de la piel en la comisura labial.
Fase 2:
Seguidamente la zona enrojecida empieza a presentar erosiones o fisuras adquiriendo un color más blanco o amarillo, debido a la deshidratación de la piel. En esta etapa, puedes notar molestias como la tirantez constante del labio e incomodidad, o bien dolor al abrir la boca y en la mayoría de los movimientos bucales. También aparece la sensación de escozor al comer alimentos salados, ácidos o, por el contrario, excesivamente azucarados.
Fase 3:
Por último, si las fisuras no son atendidas con los cuidados que requieren, se convierten en heridas algo más profundas. Es decir, surgen pequeñas grietas o costras, que originan molestias mucho más acentuadas y dolorosas como, por ejemplo, pequeños sangrados, especialmente cuando realizamos movimientos bruscos al comunicarnos o al comer.
¿Qué factores influyen en la aparición de las boqueras?
Cómo hemos comentado en muchas ocasiones, los labios son una de las zonas más delicadas de nuestro cuerpo. Por lo tanto, son verdaderamente sensibles a factores externos como los cambios de temperatura bruscos, la exposición solar sin precaución, así como otras agresiones climáticas.
- La humedad. Aumenta el riesgo de la aparición de bacterias y/o de hongos. De hecho, el mal hábito de humedecer constantemente los labios puede contribuir a la aparición de este tipo de heridas.
- La deshidratación labial constante. También se puede dar en aquellas personas que hablan muy rápido, sin hacer las debidas pausas para respirar y sin tragar correctamente la saliva. En este sentido, te recomendamos nuestros protectores labiales, que aportan un extra de hidratación a tus labios, para que se mantengan saludables, en cualquier época del año y hasta en las condiciones más extremas (frío/calor).
- Infecciones e intolerancias. Puede que, de un pequeño corte o herida debido a un golpe, mordedura o gesto brusco, lleguen a producirse las heridas en las comisuras, siempre que no se haya tratado como es debido. Lo mismo puede pasar con las intolerancias a algunos productos o alimentos, ya que también pueden derivar en queilitis labial. Obviamente, ante cualquier reacción alérgica siempre debes acudir a un especialista.
- Un sistema inmunológico débil. En muchos casos, el estrés y el insomnio causan una sensación de fatiga y cansancio generalizada. Esta falta de energía, como debilita nuestro sistema inmune, nos deja mucho más vulnerables ante cualquier infección. El mejor consejo: ¡cuídate y regálate un poco de descanso!
- Una dieta desequilibrada. La falta de ciertos nutrientes, como la vitamina A, B y C o de minerales como el zinc o el hierro, pueden provocar la aparición de boqueras. Ponte en manos de un profesional o, si tienes la información suficiente, prepárate un menú semanal variado, que contenga las cantidades recomendadas de hortalizas, frutas, legumbres, carnes y pescados, lácteos, frutos secos, entre otros. Verás como una alimentación rica en nutrientes y saludable te puede cambiar la vida.
- No desmaquillarse correctamente. Algunas pieles son extremadamente más delicadas y algunos maquillajes pueden ser agresivos a tu piel. El hecho de no desmaquillarse de una forma correcta, con el tiempo que este ritual merece, puede contribuir a acumular impurezas que motivan alergias y eccemas, que si no son tratados pueden convertirse en boqueras.
¿Qué tratamiento es el más adecuado para curar las boqueras?
Ahora que ya sabes que es la queilitis angular y sus principales factores de aparición, vamos a contarte qué tratamientos puedes seguir en cuanto aparezcan los primeros síntomas, siempre en función de la causa que generó la lesión.
Igualmente, desde Blistex, siempre recomendamos que acudas a tu especialista de confianza. Nadie mejor que un buen profesional para determinar el diagnóstico y cuáles han sido sus causas, así como para prescribirte el mejor tratamiento.
- Cuida la piel de la zona de los labios, mantenla hidratada y elástica para que no se rompa con facilidad. Así, ¿has probado ya nuestra gama de productos para la protección y el cuidado de los labios?
- Mantén las comisuras labiales siempre limpias y secas. De esta manera, evitarás que la saliva se acumule en esta zona tan sensible.
- Potencia los alimentos con altos nutrientes para fortalecer el sistema inmunológico. Es esencial seguir una dieta sana y equilibrada, es decir, que contenga las proporciones necesarias para nuestro organismo de las principales familias de alimentos (frutas y verduras, carne y pescado, lácteos, semillas y frutos secos, legumbres y cereales…)
- Incluye alimentos en tu dieta que ayuden a los procesos de cicatrización. Un yogur al día, por ejemplo, facilitará la regeneración de los tejidos cerrando las primeras heridas y manchas rojas.
- Evita alimentos salados, ácidos y azucarados para potenciar el aumento del dolor y el malestar mientras tengas las boqueras.
- Si se trata de un proceso infeccioso, es vital que acudas a un médico para acertar con el diagnóstico y su correspondiente tratamiento de cremas antibióticas o antifúngicas.
- Si la aparición es debido al uso de prótesis dentales, también es indispensable visitar al odontólogo para que realice los ajustes necesarios.
¡Importante! Como hemos comentado con anterioridad, si las heridas en las comisuras son de carácter persistente, es fundamental visitar un médico (ya sea un dentista o dermatólogo) para buscar la solución más adecuada en tu caso. Por último, si la queilitis del labio es reincidente en el tiempo y no se cura como es debido, puede convertirse en crónica, otra razón más para acudir a tu especialista.